Desde mis inicios profesionales, los procesos de creación artesanales me han atraído de un modo especial. “Hecho a mano” significa esculpir el tiempo, y ese modo de trabajar no solo proporciona una huella exclusiva al objeto diseñado, sino que también le añade una profundidad –tan inmaterial como perceptible– que nos permite respirar a un mismo ritmo con ellos y llenarlos de sentido.